Blas Infante
Infante, notario de profesión, nació en Casares (Málaga) en 1885, un pueblo, como tantos otros, en el que los caciques latifundistas sometían a los jornaleros en su miseria. La lucha contra esta situación, «clavada en la conciencia desde mi infancia», según escribió, fue el principal objetivo de su vida.
En una de sus obras más destacadas, Ideal Andaluz, Infante nos ofrece las claves de su pensamiento: dar confianza al pueblo en sus posibilidades de progreso, despertar su patriotismo frente a las injusticias, alcanzar una educación libre, universal y gratuita, así como tomar las riendas de la economía mediante la expropiación de las tierras de cultivo.
Infante concibió esta visión de Andalucía no como un sistema cuyo objetivo fuera un engrandecimiento individual de la región, sino como un proceso íntimamente ligado al desarrollo de España y de la Humanidad, como reflejó en el himno de Andalucía.
Infante se adelantó a su tiempo y muchas de sus propuestas son hoy en día, en buena medida, una realidad, como la división de poderes (ejecutivo, judicial y legislativo), una justicia democrática y gratuita y la «significación e independencia social y civil de la mujer». Otro de los ejes básicos de su pensamiento fue conseguir una política exterior «pro africana», en un intento de hacer rebrotar el Al-Andalus en el que cohabitaron árabes, judíos y cristianos en abierta tolerancia.
Su muerte, en los primeros compases de la Guerra Civil, acaeció pocas semanas después de la celebración de la asamblea regional preparatoria de la Junta pro Estatuto de Andalucía, postergado por el golpe militar durante 45 años.